martes, 16 de diciembre de 2014

LA GENERACIÓN DE LA INCERTIDUMBRE

UNA RADIOGRAFÍA DE LA JUVENTUD DESDE EL BLOGGING AUTOBIOGRÁFICO



Nuestra conciencia del tiempo se rige por el número
de años que hemos vivido. Cuanto más jóvenes somos, tanto más largo es un año, y también una hora o un día. Cuando tengo cinco años, un año es una quinta parte del tiempo de mi vida; y cuando tengo cincuenta años, un año es una de las cincuenta partes de mi vida. Esto cambia cuando envejecemos y comenzamos a contar ya no desde el nacimiento, sino desde la muerte. Entonces los años, imperceptiblemente, se hacen de nuevo más largos.
                                                                                                                                                                                     Hannah Arendt  

Escribir en blogs, interactuar a través de Twitter y Facebook, compartir contenidos en Flickr y YouTube, son actividades que muchos sujetos han incorporado en sus prácticas cotidianas. Para ellos, la red de Internet es mucho más que un soporte de comunicación digital, se constituye como un espacio que se puede apropiar para estar en contacto con los otros y expresar los propios pensamientos. Entre ellos tejen redes a partir de las afinidades: el estilo de vida, la ideología política, la forma de ver la vida; en esto que tienen en común, la condición etaria figura como un elemento constitutivo.
En este artículo se presenta un acercamiento a las percepciones de los jóvenes sobre la vida contemporánea, a partir de una investigación más amplia acerca de los sentidos del blogging autobiográfico, cuyo foco de interés estuvo en las perspectivas de los sujetos. La pregunta central de esta investigación no estuvo relacionada con la juventud, sin embargo, entre los hallazgos, la condición etaria se situó como un elemento clave para comprender esta práctica comunicativa y, a la vez, el blogging –junto con otras prácticas de comunicación digital– se constituye como una ventana para abordar a ciertos segmentos de jóvenes.
EL ESTUDIO DEL BLOGGING AUTOBIOGRÁFICO 
La investigación de la cual se deriva este artículo fue estructurada a partir del cruce entre el problema de lo autobiográfico y el problema de las redes sociales mediadas, por una razón fundamental, porque los antecedentes del blogging  autobiográfico no se encuentran en el pasado cercano de la comunicación a través de Internet, sino que se sitúan siglos atrás, en varios sentidos: en las prácticas de comunicación oral realizadas en los lugares públicos, como tabernas, cafés y plazas, en las prácticas de escritura de diarios y biografías, que llegaron incluso a circular manuscritos en grupos pequeños, así como los usos de fotografías, álbumes y videos caseros que en el siglo XX adquirieron gran importancia personal, familiar y cultural y, finalmente, en las prácticas de comunicación a través de Internet, sobre todo a partir de lo que se conoce como Web 2.0, una etapa en el uso de Internet en la cual se potencia “el papel de los usuarios como productores de las aplicaciones y los contenidos”. En ese contexto emerge el blogging como un fenómeno tecnológico, comunicativo y cultural. El que se reconoce como primer blog es la Justin’s home page, cuya publicación comenzó en enero de 1994, pero el término para designarlo fue acuñado recién en 1997 por Jorn Barger, que fusionó las palabras web –red de Internet– y log –bitácora– para hablar de weblog, que en el habla común se redujo a blog.

Más allá de su estructura técnica, con ciertas particularidades, el blog se entiende como un espacio de expresión personal y de construcción de la identidad porque a través de él el blogger “da rienda suelta a la expresión de sus intereses y construye su identidad en el ciberespacio mediante un discurso continuo […] referenciador, en un diálogo permanente con otros blogs y con sus propios lectores”. El blogger es un sujeto que juega un papel activo como emisor-receptor o productor-consumidor de mensajes en blogs.Hablar de un sujeto que produce significa hacer referencia al desplazamiento de ser sujeto en un contexto de recepción-consumo de mensajes transmitidos por los  medios a ser partícipe de procesos de producción, circulación y consumo de mensajes, a partir del desarrollo de determinadas habilidades técnicas y comunicativas.

La blogósfera es mucho más que un conjunto de blogs. Se trata de una red sociotécnica, donde lo social se construye por lo técnico y lo técnico adquiere un sentido social. En esta red, el blogging se sitúa como una práctica comunicativa que ha sido desarrollada y apropiada por los bloggers. Para ellos, el acto de bloguear es parte de su cotidianidad y, a la vez, esta entra a la discusión en lo que se postea; así, el blog se constituye como un foro de segundo orden, en que lo cotidiano se desmenuza y se reconstruye, en medio de un proceso multidimensional. En el blogging, el que postea es un sujeto situado espacio-temporalmente y lo que se postea habla a la vez del sujeto, de la red y del contexto sociocultural en el que emerge.

El crecimiento acelerado de la blogósfera –cuyo tamaño en septiembre de 2008 se calculaba en 133 millones de blogs, de los cuales el 79% eran personales o autobiográficos (Technorati, 2008)– dio visibilidad al fenómeno y lo posicionó como un asunto pertinente para investigar. Los estudios de blogging se insertan en la joven tradición de estudios sobre Internet, que inicialmente estuvo centrada en la descripción de las formas de comunicación en línea. Con el tiempo se ha incorporado el abordaje del uso del lenguaje, las identidades, las relaciones, los grupos sociales, las redes y comunidades en línea, sobre todo a partir de la publicación de The virtual community de Howard Rheigold, en 1993. Estas líneas de estudio se han ido abriendo para abordar no sólo la vida en línea, sino también los contextos de uso de las tecnologías.

La investigación académica sobre el blogging se inserta en la tradición de estudios sobre Internet; concretamente, los estudios sobre blogs empezaron a proliferar a partir del año 2000 y se enfocaron primeramente en historizar y definir los blogs. Con el tiempo se ha  transitado de los estudios meramente descriptivos de los primeros años hacia abordajes más complejos, que trascienden la concepción del blog como simple instrumento para analizar el blogging como una práctica compleja de comunicación. En varios de estos acercamientos se ha buscado construir perfiles de bloggers, tanto desde la academia, como desde la investigación comercial; pero también se han estudiado sus motivaciones, relaciones e identidades. Estos trabajos han resultado reveladores, en tanto que permiten ubicar al blogging como una práctica que se circunscribe a cierta generación.

Como ya fue señalado anteriormente, la investigación que desarrollé en torno al blogging autobiográfico puso en el foco de análisis la pregunta por los sentidos que los sujetos atribuyen a esta práctica comunicativa; y tal cuestionamiento se sitúa en el cruce entre el problema de las redes sociales mediadas y el problema de la autobiografía. Para ello, el abordaje teórico-metodológico se construyó desde una perspectiva sociocultural. En ella, la comunicación se entiende como un proceso constitutivo de lo social que consiste en la producción de sentido a partir de la interacción entre sujetos situados espacio-temporalmente en contextos específicos. La comunicación implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas; con frecuencia se emplean medios técnicos para transmitir información y formas simbólicas a sujetos que se encuentran distantes en el tiempo y el espacio, en lo que Thompson (1995) define como comunicación mediada. En este sentido, Internet ha sido identificado como un medio técnico que posibilita la interacción, como un contexto social de conectividad global en términos culturales y económicos, así como un espacio social que los sujetos pueden apropiarse. Esta apropiación, aunada a otras condiciones, ha conducido a la formación de comunidades y redes virtuales.

Una red, en sentido general, es un conjunto de nodos interconectados, con una estructura abierta. Se habla de redes sociales cuando se trata de campos constituidos por relaciones entre sujetos, donde cada uno es un nodo con vínculos con los otros y cada uno posee determinados recursos y se ubica en ciertas posiciones sociales. Estas redes se producen también sobre campos virtuales, posibilitadas por la interconectividad, la sensación de un espacio compartido y por las afinidades. La creación y mantenimiento de redes implica prácticas sociales, es decir, series de actos realizados por los sujetos, con una forma constituyente de interacción que involucra la comunicación del significado, así como una estructura constituyente que pertenece a colectividades. Y las prácticas se orientan por determinados sentidos, es decir, los motivos que el sujeto identifica como fundamentos de sus acciones, a partir de su conciencia práctica y discursiva.

El relato autobiográfico parte de la experiencia, reconstruye lo ya realizado y pone de manifiesto determinados fragmentos de la vida privada para dejar constancia de lo que se es. Estos relatos, sin embargo, no son la acción misma, sino una versión que da el autor acerca de su propia acción. Al narrar su vida, el sujeto vuelve a pensar la propia historia:

Deviene en sociólogo de su propia biografía, ya que busca establecer conexiones entre acontecimientos, construye secuencias de eventos con las que selecciona unos para incluirlos y excluye otros; incluso llega a veces a interrogarse a sí mismo acerca de las motivaciones que tuvieron sus propias acciones. (Lindón, 1999)

La escritura de la autobiografía tiene que ver con un ejercicio de reflexividad que permite al sujeto situarse en un contexto y reconstruir la propia historia. En estos relatos de vida se da una doble estructuración entre la dimensión subjetiva y la dimensión social de los relatos, en tanto que “son testimonios de una existencia inscrita en la historia”. La propia producción de relatos autobiográficos es también una actividad históricamente situada, en este sentido, “podemos preguntarnos de una manera general en qué estado del mundo social los cientos de ‘anónimos’ sienten – en la misma época y sin concertarlo colectivamente – el impulso de escribir, de testimoniar por escrito su vida”. Se coloca entonces la pregunta por las condiciones individuales y colectivas que conducen y autorizan a los sujetos a escribir acerca de su vida, a dejar rastro de sí; pero, además, se coloca la pregunta por los marcos narrativos, fundamentalmente de temáticas y estilos, sobre los cuales se construye la autobiografía.

Si bien este énfasis biográfico en los discursos de los sujetos comunes ha estado presente desde el siglo XIX en diarios, cartas y más, lo biográfico ha cobrado visibilidad recientemente, tanto en la reflexión académica, como en las prácticas cotidianas de los sujetos, e incluso en otras instancias de la sociedad, ya que “vivimos una época de fuerte subjetividad y, en ese sentido, las prerrogativas del testimonio se apoyan en la visibilidad que ‘lo personal’ ha adquirido como lugar no simplemente de intimidad sino de manifestación pública”.

Hacer público el relato autobiográfico deja ver un elemento de ruptura con la separación que tradicionalmente se ha hecho en Occidente entre lo público y lo privado, entendiendo por público lo abierto, lo disponible para todos, lo que ha de exhibirse públicamente, y por privado, lo que se esconde o permanece oculto ante las mayorías y disponible para unos cuantos del círculo más cercan. De ahí que la posibilidad de la palabra pública y colectiva acerca de la vida cotidiana trastoque las fronteras entre lo público y lo privado. Metodológicamente, se trató de un acercamiento cualitativo, basado en etnografía virtual, e incluyó observación en línea y entrevistas con doce bloggers mexicanos, además del análisis de discurso de más de cien relatos autobiográficos publicados en los blogs de los sujetos entrevistados.

Los hallazgos permitieron ver que los bloggers atribuyen a su práctica una multiplicidad de sentidos, entre los que sobresalen los de reflexividad, en tanto pensar lo vivido, de trascendencia, en tanto dejar rastro de sí, y de vínculo con los otros, en tanto que en la blogósfera construyen y mantienen relaciones a partir de afinidades, independientemente del territorio físico, dando lugar a otras coordenadas de operación.

Dorismilda Flores Márquez
Maestra en Comunicación de la Ciencia y la Cultura por el ITESO


Ilustraciones: Miriam Moshinsky

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