lunes, 22 de diciembre de 2014

ME CONFUNDO



BREVE DEFINICIÓN DE LOS TRASTORNOS
DISOCIATIVOS

La disociación consta de la fragmentación psicológica y el distanciamiento experiencial. Con fragmentación nos referimos a errores en el sentido de la identidad personal que en casos normales tendría que ser aprehensible al individuo e integrarse en su “yo”. Existen ocasiones en que esta información no es accesible conscientemente pero afecta al comportamiento. Esto sucede, por ejemplo, cuando hemos tenido una experiencia muy desagradable con una persona pero no lo recordamos y sin embargo, sentimos un rechazo “inexplicable” a acercarnos a ella (amnesia disociativa). Por otro lado, con distanciamiento experiencial nos referimos a experimentar partes del “yo” como la sensación, la emoción o la conducta de una forma distanciada. 
En cuanto al origen de estos fenómenos, distinguimos aquellos que se originan en procesos neurológicos y aquellos que se originan ante acontecimientos que generan altos niveles de estrés.

Trastorno de despersonalización: 
En el proceso de despersonalización la persona no siente como suyos los movimientos, emociones, sensaciones, piensa que no es del todo real o que se encuentra fuera de su propio cuerpo, además suele conllevar sensaciones de irrealidad respecto al entorno (las cosas no parecen reales). Por último, normalmente, está presente un suceso que precipita todo esto (consumo de drogas, acontecimientos muy traumáticos como abusos en la infancia, etc.).

Amnesia disociativa
Se trata de la incapacidad para recordar información personal relevante. Afecta básicamente a la memoria episódica (recuerdos personales). La amnesia puede ser global, cuando se olvida gran parte de información personal; localizada, cuando se limita a un período concreto de tiempo y selectiva, cuando sólo se recuerdan ciertos detalles de una situación y no se recuerdan otros. Se da como respuesta a acontecimientos altamente estresantes y/o traumáticos. Por otro lado, la amnesia puede ser retrógrada a anterógrada. En el primero de los casos, no se recuerdan contenidos que estaban almacenados en la memoria previamente al episodio amnésico y en el segundo de los casos no se recuerdan acontecimientos sucedidos después de la amnesia (en este último caso la etiología amnésica suele ser neurológica y no se trata de un trastorno disociativo).

Se puede dar una recuperación de lo olvidado aunque esta recuperación puede ser de sucesos verdaderos o falsos. Además existen evidencias de que es posible implantar recuerdos falsos. Esto nos da una idea de la ductilidad de los procesos de la memoria.

Fuga disociativa
Es típico de este trastorno que la persona deje su lugar de trabajo, su ciudad o su casa y marche a otro lugar. Durante este período se da una confusión de la identidad, es decir, la persona no sabe realmente quién es. Hace unos años se creía que la persona adquiría una nueva personalidad pero ahora se sabe que lo más común es la confusión de la identidad. Se trata de una versión de la amnesia generalizada.

Trastorno disociativo de identidad o personalidad múltiple: 
Se define como la presencia de una o más identidades en una misma persona con maneras de pensar, actuar y sentir diferenciadas. Este trastorno incluye como condición la amnesia, de manera que una personalidad no recuerda lo que hizo la otra. En el origen de este problema se suelen encontrar acontecimientos traumáticos en la infancia y fallos en el establecimiento de apego seguro con los padres (los niños con estilos de apego seguro, son capaces de ver a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados).


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