sábado, 20 de diciembre de 2014

EL GUION DE LA VIDA

EL CONTRATO PSICOTERAPÉUTICO COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO DE LOS IMPULSORES Y RESOLUTIVO DE LA DEMANDA INICIAL

Emociones parásitas o rackets
Se llama sentimiento parásito cuando es un sentimiento que aparece repetitiva y estereotipadamente (English,1971).
Detrás de cada sentimiento parásito hay sentimientos reales, de los cuales el individuo no se permite a sí mismo ser consciente en el presente porque los tiene prohibidos desde el pasado.
Los sentimientos rackets o parásitos han sustituido a otros sentimientos no permitidos cuando la persona estaba creciendo. Como por ejemplo, ante una situación de perdida que lo adecuado sería sentir tristeza o pena, la persona ha sustituido este sentimiento por otro (miedo, enfado u otro que le sirva de sustituto) y posteriormente en su vida ha continuado funcionando con este sentimiento racket.
Emociones en terapia.
Para trabajar las emociones en Psicoterapia, se puede decir como norma general que la tarea del estado del yo Adulto consiste en impedir que el estado del yo Padre se inmiscuya y arruine la sana manifestación de las emociones del Niño Natural o Libre. Se pueden establecer cinco pasos fundamentales:
1-Facilitar la descripción de la vivencia emotiva en cada momento.
2-Proponer opciones de cambio ante una situación de sobreadaptación sostenida.
3-Descontaminar el estado del yo Niño de las emociones inauténticas con el fin de que
recupere conciencia de las cosas y espontaneidad en la expresión de las emociones.
4-Trabajar el estado del yo Adulto para clarificar las “creencias” del marco referencial,
distinguiendo los que pueden ser prejuiciosos de los juicios de valor auténticos.
5-Educar en valores, ya que son estos los que condicionan los estados emocionales de la
persona.
a) los valores de justicia, cooperación y solidaridad fomentan el amor.
b) los valores de libertad, respeto y belleza fomentan la alegría.
c) los valores de competitividad, lucha, ataque fomentan la rabia.
d) los valores de tolerar lo vulgar, la falsedad, la injusticia fomentan la tristeza.
e) los valores de insolidaridad, aislamiento e inadaptación social fomenta el
miedo.
Tal y como explica Berne los sentimientos tienen una función adecuada. Asi el miedo se siente ante una situación amenazante o peligrosa, la tristeza ante una situación de pérdida, el enfado ante una situación injusta y la alegría y el amor ante situaciones enriquecedoras para la persona.
Las posiciones existenciales.
Berne sugiere que el niño pequeño al principio del proceso de formación de su guión ya tiene ciertas convicciones sobre sí mismo y sobre la gente que le rodea. Estas convicciones lo más probable es que queden durante toda su vida y pueden resumirse de la siguiente manera:
1.- Yo estoy bien.
2.- Yo no estoy bien.
3.- Tú estás bien.
4.- Tú no estás bien.
Al unir todas las posibles combinaciones obtenemos cuatro declaraciones sobre uno mismo y sobre los demás:
1. - Yo estoy bien, tú estás bien. (+,+)
2.- Yo no estoy bien, tú estás bien. (-,+)
3.- Yo estoy bien, tú no estás bien. (+,-)
4.- Yo no estoy bien, tú no estás bien. (-,-)
Estos cuatro enfoques se conocen como posiciones existenciales. Otros autores las llaman posiciones básicas o simplemente posiciones. Representan las posiciones fundamentales que una persona adopta sobre el valor esencial que percibe en sí y en otros. Lo que significa tener más que una simple opinión sobre el comportamiento de uno mismo y de los demás. Una vez que el niño ha adoptado una de estas posiciones, lo más probable es que construya el resto de su guión de vida de manera que encaje en ella.
El niño que elige “yo estoy bien, tú estás bien” es probable que construya un guión de ganador. Se ve a sí mismo como adorable y bueno para tener cerca. Decide que sus padres son adorables y dignos de confianza y con posterioridad extiende esta visión a la gente en general.
El niño que adopta la posición “yo no estoy bien, tu estás bien” seguramente escriba un argumento de vida banal o perdedor. Para encajar en su postura básica, construirá el guión sobre temas como ser víctima y perdedor ante otros.
El niño que adopta la posición “yo estoy bien, tú no estás bien” puede formar la base para un guión que parezca que vaya a ser ganador. Éste niño estará convencido de que debe estar en una posición superior y colocar a los demás en una posición inferior.
Puede arreglárselas para hacer esto durante un tiempo y lograr lo que quiere, pero si lo consigue es mediante una lucha continua. Otras veces la gente a su alrededor se cansará de estar por debajo y le rechazará. Entonces cambiará de un “ganador” a un granperdedor.
La posición “yo no estoy bien, tú no estás bien” es el fundamento más probable para un guión de perdedor. Este niño se ha convencido de que la vida es fútil y llena de desesperación. Se ve en una posición inferior y que nadie lo quiere. Piensa que nadie le ayudará porque tampoco están bien. Así que escribirá su guión sobre escenas de rechazo y de ser rechazado.

El guión de vida.
El Análisis Transaccional habla del Guión de Vida al que da una gran importancia. “Esta teoría fue desarrollada en primer lugar por Eric Berne y sus colaboradores de trabajo, especialmente Claude Steiner, a mediados de los años sesenta del pasado siglo. El concepto del guión ha crecido en importancia como parte de la teoría del Análisis Transaccional hasta hoy día que se compara con el modelo de los estados del yo como una idea central del A.T.”.
Definición.
Berne lo definió como “un plan de vida inconsciente” (Berne, 1983a. p.258), más adelante ofrece una definición más completa “es un programa progresivo creado en la infancia bajo la influencia paterna, que dirige la conducta del individuo en los aspectos más importantes de su vida” (Berne, 1974). También añade que “los guiones están destinados a durar toda la vida. Se basan en decisiones de la infancia y en una programación paterna constantemente reforzada” (Berne, 1974).
Desarrollo y características.
Según sugiere Berne (1974) “se establece como una obra de teatro con un claro comienzo, un desarrollo y un final”. El desenlace del guión es determinante en el plan de vida optado por la persona cuando todavía está en la niñez. El guión se “decide” de una manera no deliberada, no con la deliberación asociada a la toma de decisiones del adulto. Los padres refuerzan el guión a base de dar mensajes al niño a partir de los cuales forma conclusiones sobre él mismo, los otros y el mundo. Estos mensajes de guión son tanto verbales como no verbales. El guión es preconsciente a menos que dediquemos tiempo a trabajar sobre ello y descubrirlo. La realidad se redefine para “justificar” el guión.
Cabe distinguir entre el Guión de Vida y el curso de vida de una persona. De tal manera que el Guión es lo que la persona planea hacer en la niñez temprana y el curso de vida es lo que sucede efectivamente. El curso de vida es el resultado de cuatro factores que interactúan: herencia, acontecimientos externos, guión y decisiones autónomas.
El Guión de Vida consiste en un conjunto de decisiones. Estas se toman de niño como respuesta a los mensajes de guión que provienen fundamentalmente de los padres del niño. Y son decisiones sobre sí mismo, sobre los demás y sobre el mundo.
El pequeño toma sus decisiones de guión en respuesta a su propia percepción de lo que sucede alrededor. Esta percepción se basa en su forma de sentir y entender la realidad. Por tanto, los mensajes que el niño percibe como provenientes de los padres y del mundo a su alrededor, pueden ser diferentes de los que una persona adulta
percibiría.
Antes de que el niño tenga palabras, interpreta los mensajes de la otra gente en términos de señales no verbales. El bebé tiene una desarrollada percepción de las expresiones, de las tensiones corporales, del movimiento, de los tonos y de los olores. Los mensajes de guión pueden transmitirse entonces, de forma verbal, no verbal o de ambas maneras combinadas. Todos ellos pueden contener elementos de modelo.
Los mensajes de guión verbales pueden darse en forma de órdenes directas (“dateprisa”) o en forma de atributos (“eres bobo”, “tú nunca lo conseguirás “). Su contenido puede ser positivo o negativo y su poder como mensaje de guión se verá afectado por las señales no verbales que le acompañan: (“tú eres bobo” dicho gritando transmite un mensaje de guión diferente a las mismas palabras dichas en un tono suave acompañadas de una sonrisa y un abrazo). En algunas familias las atribuciones se pasan de generación en generación por mensajes a nivel psicológico. Estas pueden basarse en características como la posición de la familia o los nombres.
Tipos de guión.
Por el contenido, se pueden clasificar los guiones de tres maneras: guión de ganar, guión de perder, guión banal. Una persona con el guión de ganar, según Berne es alguien que logra su propósito declarado. Ganar también implica que se consigue el guión de una manera cómoda y con facilidad. Si algo no le funciona, hace algo distinto hasta que tiene éxito.
La persona con el guión de perder es alguien que no logra su propósito declarado, no importa sólo el logro, sino también el grado de comodidad que lo acompañe. Berne, por tanto, no se refería a ganador y perdedor en términos de tener o no bienes materiales y dinero. Los guiones de perder se pueden clasificar como de primer, segundo y tercer grado, según la gravedad del desenlace. Si a una persona con guión de perder algo no le funciona, lo apuesta todo a una opción y así es como pierde. El guión banal o de no ganar hace a una persona que pasa por la vida sin grandes victorias ni grandes derrotas. No toma riesgos.
El proceso de guión
Hay 6 patrones de proceso de guión: hasta, después, nunca, siempre, casi y final abierto. Cada uno tiene su propio tema, describiendo la forma como cada persona vive su guión a lo largo del tiempo. Berne usó mitos griegos para ilustrar cada uno de los temas del proceso (Berne, 1974).
Cuando seguimos un guión de nunca queremos cosas, pero “nunca” las llegamos a alcanzar porque interiormente las tenemos prohibidas (por ejemplo, disfrutar del sexo, tener éxito, etcétera). Está representado por el mito de Tántalo, que tenía hambre y sed, pero que estaba condenado a no poder alcanzar “nunca” la comida y bebida que veía
En un guión de siempre repetimos “siempre” un mismo tipo de sucesos (por ejemplo, viajar sin parar, cambiar de empleo, etc.). Está representado por el mito de Aracne, que fue condenada a tejer “siempre” redes, como una araña, porque se había atrevido a enfrentarse a una diosa.
Siguiendo un guión de después de no disfrutamos de las cosas porque si lo hacemos, “después de” hacerlo puede suceder algo malo. Está representado por el mito de Damocles y la famosa espada suspendida por un cabello encima de su cabeza. Si se movía, “después de” moverse podía morir.
Cuando seguimos un guión de hasta que debemos lograr muchas cosas “hasta que” podamos disfrutar. Está representado por el mito de Hércules, que “hasta que” no terminara doce difíciles trabajos, no podía ser un dios. En un guión de una y otra vez (o casi) nos esforzamos en lograr algo “una y otra vez” y “casi” lo logramos, aunque al final no lo conseguimos. Está representado por el mito de Sísifo, que empujaba una piedra hasta la cima de una montaña y cuando <casi> lo lograba, le resbalaba hacia abajo y tenía que volver a empezar, y así <una y otra vez>, tantas veces como lo intentaba.
Por último, cuando seguimos un guión de final abierto (o muerte final) hacemos cosas según un programa parental, pero el programa sólo llega hasta cierto punto, habiendo un “final abierto” que cumplimos vegetando, o sea, con una forma de “muerte final” (por ejemplo, jubilados, madres cuyos hijos ya se han casado, etc.), que después ya no saben qué hacer. Estárepresentado por el mito de Filemón y Baucis, personajes que como “premio” a su buen comportamiento, fueron convertidos en árboles, o sea,una forma de “muerte final” vegetativa.
Siguiendo con la información que ofrece Oller, el guión nunca tiene como lema “nunca podré conseguir lo que más deseo”. Las personas con este lema tienen dificultad en cerrar etapas y proyectos de vida, en especial cuando una decisión importante depende de ello. El guión siempre se pregunta “¿por qué me pasa a mí esto siempre?”.
Los individuos con este guión se sienten atrapados y presionados en la vida y manipulan a los demás para que se sientan atrapados. El guión después de tiene como lema “puedo divertirme hoy pero tendré que pagar por ello mañana”. Las personas con este patrón de guión tienen miedo de que algo malo vaya a pasar. Fácilmente se posicionan en la víctima. El guión hasta que tiene el lema “no me puedo divertir hasta que haya terminado mi trabajo”. Este guión da una pauta de conducta a la persona de posponer la gratificación movida por la perfección. Las personas con el guión casi, al igual que Sísifo, casi terminan las tareas pero no del todo. Finalmente, el guión de final abierto, se parece a los guiones Hasta y Después en que tiene un límite particular tras el que las cosas cambian, pero el tiempo después de este punto es solamente un gran vacío.
 Enriqueta Sellarés Biel
Barcelona, 2012
Facultat de Psicología, Ciències de l’Educació 
i de l’Esport Blanquerna.
UNIVERSITAT RAMON LLULL
FotografiasNadia Wicker

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