miércoles, 7 de enero de 2015

SOBREPROTECCIÓN INFANTIL Y SALUD MENTAL




La sobreprotección parental provoca en el niño un mensaje de incompetencia y le hace sentir inútil, temeroso e incapaz de cuidar de sí mismo. Aprender a afrontar y resolver problemas es un proceso que empieza a edades tempranas y crece con la interacción padre-hijo. 
La sobreprotección promueve en los niños una incapacidad para desarrollar habilidades y actividades normales en el desarrollo normal del ser humano, que benefician a la autonomía y a la posterior independencia necesarias para el desarrollo psicosocial. El concepto que los padres tengan del hijo influye en el auto-concepto del niño y, por consiguiente, a su autoestima. 

La sobreprotección parental puede conducir a una disminución de las expectativas de la conducta del niño y a la evitación o pasividad ante situaciones amenazadoras y de las que no creen que puedan afrontar con éxito. Se ha demostrado que existe relación entre la sobreprotección a niños y el futuro desarrollo en éstos de un trastorno obsesivo-compulsivo, un trastorno de angustia, temores disfuncionales, fobias, trastornos de ansiedad, etc. Esta disfunción en la crianza de los niños también está relacionada con miedos inadecuados o persistentes en determinadas edades en las que el niño ya los debería haber superado. No hay que olvidar que la sobreprotección también es una de las características de las familias de alta emotividad expresada, relacionadas con mayor índice de recaídas en los pacientes con los que conviven y a los que sobreprotegen.



Durante el crecimiento, los niños pasan por muchos procesos y experiencias que les ayudan a ganar autonomía y confianza y a aumentar su libertad. Sus actos deben tener consecuencias coherentes para que éstas les ayuden a aprender a desenvolverse en la vida adulta. Durante este proceso se les debe alentar a ganar independencia y a que reduzcan la necesidad de sus padres . Aprender a afrontar y resolver problemas es un proceso que empieza a edades tempranas y crece con la interacción padre-hijo

Según la teoría de del apego de Bowlby, el papel de las experiencias tempranas y de la crianza de los hijos es vital para el desarrollo infantil y la salud mentalLa familia es  considerada como la instancia mediadora entre el ser humano y la sociedad, ya que en ella se establecen las bases de su interacción con  los demás, las cuales le permitirán identificarse y posteriormente definir su propia identidad . Dentro de ella, el concepto que los padres tengan del hijo influye en el auto-concepto del niño y, por consiguiente, a su autoestima. 

En el crecimiento del niño y en su desarrollo, hemos de aportarle ideas sobre la realidad para que le ayuden a madurar y a enfrentarse al mundo en el que vive y que le rodea. Debe ir desprendiéndose de la imagen protectora paterna para dar paso a una imagen de acompañamiento y apoyo; debemos dejar de lado la sobreprotección. 

Para los niños, los padres son un marco referente que les hace sentirse seguros, queridos, protegidos. Esta imagen de padre protector es positiva en un inicio, ya que ayuda a crecer la seguridad de los hijos, les otorga autonomía y disminuye su miedo. Los niños también necesitan ver a sus padres como un modelo a seguir, el cual intentan imitar y ayuda a que se marquen metas, a poder superarse; pero nunca hay que dejar que este hecho natural de idealización se convierta en una fabulación


Los niveles de protección que emplean los padres se encuentran relacionados con la madurez de los niños, es decir, a menor protección sobre las emociones negativas que sufren los niños, adquieren mayor madurez. Las emociones negativas son necesarias para que los niños las resuelvan y aprendan a crecer emocional y socialmente

La sobreprotección es una implicación emocional intensa y excesiva que, además, conlleva la necesidad de controlar al hijo. Esto lleva a una dependencia recíproca, tanto de los padres hacia los hijos como de los hijos hacia los padres. Un niño que ha crecido en un ambiente de excesiva atención, preocupación asfixiante, con los deseos de los padres convertidos en obligaciones o expectativas demasiado altas para la capacidad del hijo, puede encontrarse en su edad adulta con graves problemas, ya que provoca en él un mensaje de incompetencia y le hace sentir inútil, temeroso e incapaz de cuidar de sí mismo 

La sobreprotección parental puede conducir a una disminución de las expectativas de la conducta del niño y a la evitación o pasividad ante situaciones amenazadoras y de las que no creen que puedan afrontar con éxito. Este estilo de crianza promueve en los niños una incapacidad para madurar habilidades y actividades normales en el desarrollo del ser humano, que benefician a la autonomía y a la posterior independencia necesarias para el desarrollo psicosocialEste estilo de crianza basado en la sobreprotección puede ser un riesgo para el futuro desarrollo de trastornos psiquiátricos en general


Muchos padres confunden las necesidades reales de los niños, creen que necesitan todo lo que puedan darles y en realidad para ser plenos y alcanzar el desarrollo de una manera adecuada no hay que sobreprotegerlos. Hay que brindarles adaptación y reconocimiento de lo que realmente son, respeto y tolerancia de sus ideas y sentimientos, libertad para tomar decisiones, hay que valorar las cualidades y aceptar sus limitaciones y potenciar su creatividad, así como brindarles la oportunidad de compartir los sentimientos de pérdida, dolor o rabia.



Miñambres Redondo, 
M.; Ruiz Porras, D.; 
Fernández Ocaña, 
L.; Zomeño Picazo, 
T.; Valero Moya, L.; 
Bermúdez García, P. 
Enfermeras Residentes de Psiquiatría 2011-2012. 
Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones. Parc de 
Salut Mar de Barcelona. 

Articulo completo:
http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/bitstream/10401/5273/1/12MD1%2054795.pdf
 Fotografías:  Achim Lippoth

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