miércoles, 10 de diciembre de 2014

USO DEL CHUPETE Y LACTANCIA MATERNA

                                                                        
REVISIÓN DE LA EVIDENCIA

La leche materna es el alimento de elección del lactante humano, de forma exclusiva durante los primeros 6 meses y junto con otros (complementarios) hasta los 2 anos o más, según deseen mutuamente madre e hijo. La alimentación con sucedáneos de leche materna tiene probados riesgos para la salud del lactante y de la madre que amamanta, además de conllevar desventajas económicas y medioambientales y un coste social innecesario derivado del aumentode hospitalizaciones y de absentismo laboral de los progenitores. Por ello es importante identificar los factores que pueden conducir a un abandono o a un acortamiento en su duración. Entre los factores que tradicionalmente son considerados nocivos para la LM se encuentra el chupete. Esta situación queda recogida en el paso 9 de la Iniciativa Hospital Amigo de los Ninos que indica ‘‘No dar a los niños alimentados al pecho tetinas o chupetes artificiales’’. Esta recomendación se mantiene en el documento sobre evidencia científica de los 10 pasos. Se han alegado varias teorías para explicar la asociación entre el uso del chupete y los resultados negativos respecto a la LM. 


Algunos consideran que al satisfacer la necesidad de succión con el chupete, disminuye el estímulo y el vaciado del pecho materno, lo que conduce a una disminución de la producción láctea que podría condicionar un destete precoz. Otros autores encuentran una relación con el aumento de dificultades en el enganche y con alteraciones en el mecanismo de succión: el llamado ‘‘síndrome de confusión’’, y, por último, algunos autores como Kramer especulan que el uso del chupete no sea la verdadera causa del destete sino que se trate de un marcador de dificultades en la lactancia o de una escasa motivación para lactar. En el documento sobre evidencia científica de los 10 pasos se hace referencia a estudios observacionales que demuestran una fuerte asociación entre el uso del chupete y el abandono precoz de la lactancia. 
Algunos autores observan una relación dosis respuesta en el sentido de que a mayor utilización del chupete menor duración de la lactancia materna. Por otra parte, la publicación de algunos estudios en los que los autores describen haber encontrado una asociación de protección del uso del chupete durante el sueno frente al ˜ síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) ha motivado la revisión de las publicaciones que relacionan su uso con una posible interferencia con la lactancia materna.

En el ano 2005 Callaghan publicaron una revisión de los estudios (2 ensayos controlados con distribución aleatoria y estudios de cohortes realizados entre 1995 y 2003 en diferentes contextos geográficos (Australia, Brasil, Canadá, Italia, Nueva Zelanda, Suecia y EE.UU.) para conocer la evidencia acumulada entre el uso del chupete y los posibles efectos sobre el amamantamiento.



Aunque la heterogeneidad de los estudios (la relación entre el chupete y la lactancia se expresó de diferente manera) no permitió la realización de un meta análisis, los autores observaron que, excepto en un estudio controlado con asignación aleatoria, el chupete, sobre todo usado frecuentemente, se asoció a una menor duración y exclusividad del amamantamiento (probabilidad relativa acumulada superior a 1). Nelsonpublicaron ese mismo año los resultados de un estudio realizado en 21 centros pertenecientes a 17 países en los que se analizaron, entre otros factores, la relación entre el chupete y la lactancia materna. Aunque se observaron importantes variaciones entre los distintos centros, se encontró una asociación negativa entre el uso del chupete y la duración de la lactancia materna, con una relación dosis-respuesta en el sentido de que a mayor tiempo del uso del chupete, menor duración de la lactancia materna.
En el ano 2009 O’Connor realizaron una nueva revisión de la evidencia disponible y examinaron la bibliografía sobre la relación del chupete y la lactancia materna entre enero 1950 y agosto de 2006. De los 1098 estudios publicados, analizaron 274, de los cuales seleccionaron 29: 4 ensayos controlados con distribución aleatoria (2 de ellos recogidos por Callaghan), 20 estudios de cohortes (7 incluidos en la revisión de Callaghan) y 5 transversales. Los autores, de nuevo, destacan la heterogeneidad de los diferentes estudios tanto en lo referente a la frecuencia del uso del chupete como a la definición de las modalidades de lactancia materna (exclusiva, predominante o no especificada) y la medición de los resultados. Valoraron separadamente los ensayos controlados del resto de los estudios, al considerar que proporcionan una evidencia superior. De los 4 ensayos controlados con asignación aleatoria, tres no demostraron que los chupetes condicionen una disminución de la frecuencia ni de la duración de la lactancia materna ni en niños a término ni en pretérminos


Un estudio demostró que el uso del chupete en los primeros días de vida perjudica la lactancia materna exclusiva y global, pero su introducción a partir del mes de edad no tuvo un efecto tan negativo. Los autores, aun reconociendo la menor calidad de los estudios observacionales en el análisis de relaciones de causalidad, encuentran que la mayoría de estos estudios refieren una asociación negativa entre el uso del chupete y la duración o exclusividad de la lactancia materna (el riesgo relativo y la probabilidad relativa acumulada variaron entre 1,18 (95% CI, 1,04-1,35) y 3,01 (1,78-5,09).


A este respecto, cuando Kramer analizó sus resultados ignorando la aleatorización, encontró una fuerte asociación entre empleo del chupete y destete a los 3 meses lo que para el autor sugiere que el chupete no es la causa del destete sino un marcador de que existen dificultades con la lactancia o una motivación reducida de la madre para continuar amamantando. En opinión de O’Connor  el más alto nivel de evidencia proporcionado por los ensayos controlados con asignación aleatoria no ha podido demostrar una relación entre la utilización del chupete y la duración o exclusividad de la lactancia materna.

La asociación entre uso del chupete y acortamiento de la lactancia encontrada en estudios observacionales podría ser reflejo de factores complejos como son dificultades en el amamantamiento o el deseo de destetar en madres ambivalentes en relación con la lactancia, como ha sido sugerido por otros autores. A este respecto Victora et al en Brasil describen que las madres usaban el chupete para alargar el intervalo entre las tomas y no dar el pecho, lo que sugeriría falta de confianza en sí mismas. Por el contrario, las madres que tenían confianza en su capacidad para lactar parecían menos afectadas por el uso del chupete. Es decir el chupete podría considerarse un factor contribuyente al destete más precoz en mujeres que se encuentran incómodas con la lactancia más que una causa de abandono precoz de la misma. Si es así, estas madres pueden necesitar más apoyo y asesoramiento para ayudarles a continuar con la lactancia; y sin este apoyo las campanas destinadas a reducir el uso de chupetes tienen probabilidades de fracasar.


Comité de Lactancia Materna de la Asociación Espanola de Pediatría, Madrid, España
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Fotografías: Achim Lippoth – Guigoz
https://es.pinterest.com/ilovemarks/achim-lippoth-guigoz/

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