martes, 9 de diciembre de 2014

UNA SONRISA EN LA BOCA HACE QUE LOS OJOS PAREZCAN ALEGRES

FINGIDAS O VERDADERAS

Dentro de la sonrisa hay dos características especiales que pueden explicar los efectos facilitadores de ésta sobre el reconocimiento de la expresión: la distintividad categorial y la saliencia perceptiva. La distintividad de un rasgo facial expresivo hace referencia al grado en que el rasgo es propio y exclusivo y, por tanto, diagnóstico de una categoría. En este sentido, la sonrisa es un rasgo muy distintivo de la expresión de alegría, mientras que otros rasgos faciales son más comunes a varias categorías expresivas y, por tanto, menos distintivos. Debido a ello, el rasgo individual de la boca sonriente puede ser utilizado por el observador como una señal clara y un atajo para el reconocimiento de una cara alegre, casi sin tener que procesar otras partes de ésta. En contraste, la identificación de otras expresiones exigiría un análisis combinado de varios rasgos faciales, debido a lo cual el proceso sería más lento y sujeto a errores. Ahora bien, basándose únicamente en la sonrisa, el observador corre el riesgo de equivocarse si la sonrisa va acompañada de unos ojos no alegres, pudiendo interpretar una expresión de alegría “fingida” como si fuese genuina. Por su parte, la saliencia perceptiva hace referencia al grado en que un rasgo expresivo destaca físicamente sobre otros circundantes, en términos de energía, contraste y orientación espacial. Precisamente, mediante modelos computacionales de la saliencia visual, se ha encontrado que la boca sonriente no sólo es más saliente que cualquier otra región de las caras alegres, sino también más saliente que cualquier otra región del resto de expresiones. Esto asegura que la sonrisa capte pronto y poderosamente la atención, garantizándose así su procesamiento temprano como elemento distintivo. Por esa razón cabe predecir que la sonrisa tenga un papel muy influyente en la percepción y valoración de la expresión facial.
Este análisis de la distintividad y la saliencia de la sonrisa es relevante para abordar los objetivos del presente estudio. ¿Es la boca sonriente tan saliente y distintiva que “deslumbra” al observador y le impide apreciar los matices expresivos de otras partes de la cara? ¿Es la boca sonriente tan saliente y distintiva que se “proyecta” sobre otras partes de la cara, tales como los ojos, haciéndolos parecer alegres aunque no lo sean? Si así fuera, una vez que hemos mirado a una boca sonriente, nuestra valoración del resto de la cara se vería “contaminado” por la impresión que la sonrisa nos deja. Esto implica que tendríamos dificultad para percibir e interpretar unos ojos no alegres (v.g., no expresivos, o incluso tristes, de miedo, etc.) como tales cuando aparecen en una configuración facial con una boca sonriente, en comparación con cuando los mismos ojos aparecen en una cara no alegre, o cuando la boca no es visible. En definitiva, esto nos lleva a predecir una dificultad para discriminar entre las sonrisas genuinas (con boca sonriente y ojos alegres) y las fingidas (con boca sonriente pero ojos no alegres).
Andrés Fernández Martín, Pedro Avero y Manuel Gutiérrez Calvo
Universidad de La Laguna, España.
Fotografias: Jeffrey Stoner

No hay comentarios:

Publicar un comentario