miércoles, 10 de diciembre de 2014

JUGAR ES CREAR

¿POR QUÉ DEJAMOS DE JUGAR?

“Como adultos, la mayoría de nosotros ya no juega esos juegos infantiles. Creemos que estamos demasiado ocupados… A la mayoría de nosotros ni siquiera se le pasa por la cabeza jugar… Cuando es demasiando tarde, a veces nos arrepentimos de no haber jugado mas… en el mundo actual, el juego es una llave perdida. Abre la puerta a nuestra alma”.

Eric Erikson, escritor y médico, creía que el juego activo desaparece a medida que la persona va cumpliendo años. Lo que nos dejan estos juegos infantiles sería algo que muy pocos adultos tendrían (“la cualidad madura de la predisposición al juego”). Además hoy en día, los adultos no tenemos tiempo de jugar, debemos trabajar para mantener a la familia, o para mantenernos a nosotros mismos, y el tiempo libre es un lujo. Las personas están demasiado cansadas y estresadas. 

Olvidamos como se juega y no nos damos cuenta de que jugar es muy importante. Se cree que el trabajo es necesario, y el juego no lo es, es algo exclusivo de los niños, pues no tiene ninguna consecuencia para la vida real. Creemos que el juego es lo contrario a lo serio y de ese modo la tachamos de frívolo, dejando así de jugar. “En efecto, el juego no produce nada: ni bienes, ni obras. Esto es una de las cosas que mas lo desacredita, y también permite que nos entreguemos a el despreocupadamente.

Entonces cada cual se convence de que <el juego no es más que fantasías agradables y distracción vana>”. Esto no es verdad, los niños, los jugadores de fútbol, los jugadores de ajedrez, etc., juegan con mucha seriedad.

Jugar es muy importante en la creación, al hacerlo imaginamos y creamos. “Para ser creadores es necesario abordar el mundo mágico del niño, para poderlo potenciar dentro de lógicas combinatorias y transformativas que nos permitan vivir el mundo de la creación y del juego. La creación no es producto de un solo plano del pensamiento racional, sino que el acto creativo es producto de una actividad mental en que operan los dos mundos, mundo de la objetividad, y el mundo de la fantasía”.

En la infancia se juega la mayoría del tiempo. El juego es una forma de volver a esa infancia que hemos perdido, rescata la fantasía y el espíritu infantil tan frecuentes en la niñez, por eso, muchos de estos juegos nos llevan al pasado. “Para entregarse con alma y vida a lo lúdico es preciso volverse un tanto niño, esto es, olvidarse de las urgencias de la vida y entregarse con todo el cuerpo y con toda el alma a lo que ocupa alegremente nuestra atención. No olvidemos que un componente esencial del juego es la alegría, el placer de la entrega absoluta”.

Una parte de mi tesis es volver a jugar como cuando era niña, para recuperar y volvera sentir eso que perdí. Para volver a ese pasado y acordarme de esos juegos que ya no he vuelto a jugar. El juego me parece algo importante y no lo deberíamos perder, por esto investigue acerca de esos juegos y de esta manera acordarme y recuperarlos. Por mas ocupados que estemos deberíamos tener tiempo para volver a ser niños de vez en cuando. 


MANUELA CALLE LAVERDE

http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/artes/tesis42.pdf

Imágines: Dominik Smialowski



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